La semana pasada comenzamos nuestra historia de la nueva canción vasca poniendo de relieve la imprescindible aportación del grupo Ez Dok Amairu. Pero además de este grupo en el panorama musical vasco surgen otros cantantes como Etxamendi ta Larralde, Peio y Pantxoa, más tarde Niko Etxart y el grupo Errobi. En Bizkaia se crea el grupo Oskorri, y aparecen Maite Idirin y Gontzal Mendibil; en Gipuzkoa, Urko, Txomin Artola, Imanol; y en Álava, Gorka Knörr.

Del grupo Ez Dok Amairu surgirán otros grupos que evolucionarán cada uno en su estilo. El último lustro del franquismo será muy fértiles en la producción de discos. Son dignos de mención el disco LP de Peio y Pantxoa del año 1975, el disco llamado Olaxta de Txomin Artola y el Bat Hiru de Mikel Laboa de 1974. A esta generación se le llamó la generación de los champiñones, Txanpinoien Aroa.

De esta generación también nace un nutrido grupo de bandas como Haizea (1977) organizado por Txomin Artola, estando entre ellos Amaia Zubiria; el grupo Errobi (1976) intentando introducir entre nosotros el rock en inglés; el grupo Izukaitz (1978) cultivando el folck, sin olvidar el jazz y el rock; el grupo Itoiz (1978) que cultivaría el rock sinfónico de aquella época.

A lo largo de los años, las exigencias del público y los medios cambian, por un lado, el público exige mayor calidad musical y cierta carga política en las letras y la industria apuesta por las bandas con influencias británicas. El cantante solitario como tal desaparece. En los 80 será la década del punk-rock.

La primera sorpresa será la aparición de Ruper Ordorika con el disco titulado Hautsi da Anphora (1980). La letra de su música está basada en autores de gran talla literaria y se convierte en modelo de cantautores nuevos e intelectuales. El decisivo grupo Itoiz se sumerge en el mundo pop después del disco personal Ezequiel.

El movimiento radical del rock surgirá hacia el año 1982 a raíz de la organización del Premio musical por la Diputación foral de Gipuzkoa titulado «Guipúzcoa Star Rock». En el año 1981 surgiría el grupo Jotakie. En 1984 aparecerá en todos los festivales y fiestas populares el grupo Hertzainak, acompañados de los grupos M-ak, Barrikada, Kortatu, La Polla, etc. Estos son los años eléctricos.

Hacia el año 1985 puede decirse que la canción vasca llega a su maduración total. Hay grupos que permanecen juntos durante mucho tiempo y es notoria la compenetración y la tendencia a la perfección que esto produce.